Trovadora de Sueños e ilusiones

martes, 7 de septiembre de 2010

Búscame...



Camino con pies cansados un camino que parece largo y quejumbroso. Las luces se muestran tenues a mí alrededor y yo sólo presiento un recuerdo que me insta a seguir hacia el final de las aguas. Es tan fuerte e insistente que me aferro a su abrazo con timidez, extrañando su calidez, esa que me hacía esperar la fortuna de pensar un futuro que ahora se mantiene abierto, pero ya no con tu sonrisa. 

Si hubiese entendido lo que iba a continuar, quizás hubiese soltado antes tu mano y me hubiese devuelto a la tormenta. Pero no lo permitiste y me guiaste en el camino que ahora voy con sus aguas. Buscas con mis ojos otros ojos, otra voz que me llama muda entre los árboles. Quizás la oíste o quizás sólo la oí yo, pero sus susurros se mantenían latentes en mi cabeza. "Búscame, búscame" decía "Confía que me encontrarás...". Seguía atada a tu brazo y me mantenía sorda, ignorándolo por momentos.

Costaba tanto alejarme de tu calor...

Su voz continuó, incitándome a voltear. Te miré y tú sólo sonreíste sin sonreír, esa sonrisa que sólo se finge en un segundo antes del final. Se empañó mi vista y eso fue suficiente para girar y buscar su voz. La hallé, sí. Oculta entre muchas malezas, perdida en muchos sentimientos. Para cuando quise tu mirada, tú ya no estabas, te fuiste en cuanto había volteado.

En eso sentí llorar el dolor.

La voz siguió instándome a buscarla. Lo hice y algo infló mi corazón, algo mágico y envolvente. Una mariposa se posó en mi dedo y depositó en mi piel otra extraña sensación que tornó mis poros de un suave tornasol. Vi como se iba, ligera con el viento y majestuosa en el vuelo. Otros susurro de su voz recorrió mis intereses y lo hallé sentado al lado de mí, enseñándome matemáticas.

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